Temario 1. Estudiante como centro del proceso. Modelo ecológico de aprendizaje 2. La importancia de reconocer los estilos de aprendizaje del alumno 3. Lograr la motivación intrínseca. 4. El aprendizaje situado y contextualizado. 5. La diversidad como fuente de aprendizaje.
Para lograr el aprendizaje, los profesores deben conocer la materia que van a enseñar, pero también es primordial que conozcan las características de sus alumnos pues los grupos de clase “homogéneos”, “iguales” o “uniformes” no existen. Cada alumno es un universo particular con conocimientos, hábitos, aptitudes, valores y conductas singulares, irrepetibles, excepcionales.
Los alumnos provienen de diversos contextos: viven situaciones particulares en sus hogares, participan en comunidades con una cultura determinada, tienen un determinado desarrollo intelectual, poseen habilidades, cuentan con intereses y experiencias y, finalmente, poseen actitudes diversas ante la escuela y ante la educación.
Al conocer a los alumnos, los educadores pueden tomar diferentes tipos de decisiones: formas de enseñar, qué recursos utilizar y actividades que provocarán interés en el trabajo escolar; además de integrar un "expediente" no escrito de cada alumno, el cual influye en el trabajo cotidiano y se nutre de las vivencias en el aula, por lo que es abierto y se renueva constantemente.